Feminismos. Turquía: La resistencia de Dikmece: vecinas contra la expropiaciónالنسوية. تركيا: مقاومة ديكمجة: الجيران ضد المصادرة
Feminismos. Turquía: La resistencia de Dikmece: vecinas contra la expropiación
By Resumen Latinoamericano on 7 agosto, 2024
Por Anna Montraveta Riu, Resumen Latinoamericano, 7 de agosto de 2024.
Tras los devastadores terremotos de 2023, las vecinas del pueblo turco de Dikmece, de mayoría árabe aleví, han pedido ayuda al movimiento feminista para frenar la expropiación de sus tierras.
Los bulldozers llegaron pronto. Un mes después de los terremotos que en febrero de 2023 dejaron más de 50.000 personas muertas en Turquía y Siria, según los datos oficiales, esta maquinaria pesada empezó a trabajar en una de las zonas de Dikmece, un pueblo que forma parte de Hatay, una de las provincias más afectadas por los seísmos. “Al principio se dijo que se construirían las nuevas viviendas para las víctimas de los terremotos en terreno de propiedad estatal. Estábamos muy contentos: estaban construyendo ya las viviendas para los afectados, era en terreno público y tendríamos más servicios cerca como supermercados y carreteras en mejor estado”, explica Meryem Kutlu, vecina de Dikmece. Unas semanas después, sin ser consultado, el vecindario se dio cuenta de que las máquinas entraban en sus tierras: “Decidieron construir en nuestras tierras agrícolas, en nuestros olivares. Nadie me preguntó: ‘¿Meryem, haré esto en tu terreno, qué piensas? ¿Estás de acuerdo?’. Así es como empezó”.
Hace falta habilidad conduciendo y un todoterreno para llegar a Dikmece: la falta de inversión en la carretera mal asfaltada se junta con las consecuencias de los seísmos, que dejaron las infraestructuras aún más dañadas. Una vez en Antioquía, la ciudad grande más cercana, fronteriza con Siria, hay que tomar una carretera secundaria, rodeada de olivares, que sube a los pies de las montañas. El camino está salpicado de estructuras de cemento, grúas y logos de la constructora turca estatal TOKI, también de niños y niñas corriendo y montando en bici. En Dikmece viven alrededor de 4.000 habitantes, en casas unifamiliares de una o máximo dos plantas, generalmente con un patio donde hay plantados limoneros, higueras y naranjos. Con fisonomía de pueblo rural, Dikmece antes era considerado oficialmente un pueblo. Ahora, administrativamente, es un barrio de Antioquía, aunque para el vecindario sigue funcionando como un pueblo.
En Dikmece todo el mundo se conoce y se siente seguro, argumenta Meryem Kutlu, pero actualmente cada vez hay más gente desconocida: no saben si son trabajadores de las constructoras o gente de paso, aunque antes nadie estaba de paso en Dikmece. La realidad es que el proyecto urbanístico de TOKI, con el que se planea construir 1.415 nuevas viviendas, apenas está empezando y el censo municipal ya ha aumentado con 450 nuevas personas residentes.
Después de ver que la maquinaria entraba en las tierras familiares, la población vio que en la plataforma online del Gobierno, el e-devlet, algunas de las propiedades ya no estaban a su nombre. Las notificaciones del cambio de titularidad se enviaron en junio, tres meses después de que se iniciaran las obras. En algunos casos nunca llegaron. El procedimiento oficial es el envío de una carta física que informa de la nacionalización de la tierra y que da la opción de reclamación inmediata a la ciudadanía. A Dikmece no llegaron cartas, solo un SMS. Entonces empezó la movilización.
Turquía ha fomentado históricamente la turquificación de la comunidad, con casos de desplazamientos forzosos de habitantes desde sus regiones ancestrales
Antes, la expropiación de tierras se llevó a cabo en otro pueblo de la región, Gülderen, y luego se ha ido expandiendo a lugares como Serinyol y Samandağ, la mayoría municipios con un relevante porcentaje de población árabe aleví. “Entre Dikmece y Gülderen hay otro pueblo, Oğlakören, que es de mayoría musulmana suní, pero ahí no se han expropiado tierras. No creo que sea una coincidencia”, apunta Kutlu.
La comunidad árabe aleví que vive en la zona de Hatay es muy cercana a la comunidad alauita de Siria. Hay familias que antes de la guerra se dividían en ambos lados de la frontera. Se diferencian de la comunidad turca aleví, que tiene presencia sobre todo en el centro de Anatolia. La gente árabe aleví sigue la rama chiita del islam y, en muchos casos, continúan hablando árabe. Constituye entre el cinco y el siete por ciento de la sociedad turca y el Ejecutivo no la reconoce como grupo religioso diferenciado y sus santuarios y lugares de culto se catalogan como “instituciones culturales”. Turquía ha fomentado históricamente la turquificación de la comunidad, con casos de desplazamientos forzosos de habitantes desde sus regiones ancestrales.
Perihan Koca, diputada del partido izquierdista kudo DEM Parti, se pregunta realmente qué está provocando la emigración forzosa del pueblo árabe aleví que vive en la región. Recuerda las desigualdades de expropiación de terreno para la construcción de las nuevas viviendas y los problemas a los que se ha visto expuesto desde el primer día del terremoto, como la falta de acceso a instalaciones de alojamiento e higiene, a agua y a alimentos básicos, así como la demolición de edificios que contenían amianto sin ninguna precaución y la confiscación de sus espacios vitales mediante expropiaciones precipitadas.
En abril, un mes después del inicio de las obras, las mujeres de Dikmece contactaron con Mor Dayanışma, una asociación feminista creada en Antioquía. Siguieron los pasos de las vecinas de Gülderen y se reunieron en los patios de sus casas, se juntaron con abogados y se organizaron. El 22 de mayo prepararon la primera gran marcha en la que reclamaban la propia gestión de sus tierras y la protección de los olivares.
La asociación Mor Dayanışma se implicó en la reconstrucción, tanto materialmente, llevando por ejemplo lavabos portátiles, como intelectualmente, organizando reuniones entre mujeres para debatir cómo solucionar el problema de la expropiación. “En la lucha de Dikmece hay mujeres que tienen 20, 30, 40 o 50 años. Todos los grupos de mujeres de edades distintas son bienvenidas y son las organizadoras. Por ejemplo, alguien anuncia las acciones en las redes sociales, alguien se encarga de las llamadas telefónicas, alguien abre sus puertas de casa para encontrarnos… Todas nuestras reuniones se celebran en los patios. La resistencia de las mujeres aquí es muy alta”, explica Selver Büyükkeleş, que forma parte de Mor Dayanışma y ha participado en la resistencia de Dikmece.
“Creo que influye nuestra cultura también; entre las comunidades alevíes la opinión de las mujeres se respeta y se escucha. Los hombres dedican más tiempo al trabajo fuera de casa y nosotras no hemos tenido miedo de liderar el movimiento. No hemos esperado a los hombres para salir a manifestarnos y nos hemos llevado a nuestros hijos e hijas, que también han formado parte de la resistencia”, explica Sertap, prima de Meryem.
“He prendido mucho con las otras mujeres y es genial formarnos juntas. La participación de Mor Dayanışma y el feminismo nos ha hecho sentir fuertes”
Para Meryem Kutlu ahora la militancia es prioritaria: “He aprendido mucho con las otras mujeres y es genial formarnos juntas. La participación de Mor Dayanışma y el feminismo nos ha hecho sentir fuertes. Antes no había este tipo de organización aquí y trabajar con las mujeres todo el tiempo ha sido genial. Nuevas mujeres han entrado en mi vida y creo que es muy bonito. Ahora vosotras sois las últimas”, dice.
Después de la gran marcha del 22 de mayo llegaron otras. Y también las detenciones y la violencia policial. “En los ocho años que llevo en la región de Hatay nunca había visto una manifestación tan grande más allá del Día de los Trabajadores”, detalla Selver Büyükkeleş. Durante la primavera y el verano, se plantaron tiendas en Dikmece, ejemplo de una resistencia omnipotente y que se enfrentó a las fuerzas policiales, también omnipotentes con su gas pimienta y espray lacrimógeno.
Asociaciones ecologistas y feministas se solidarizaron con el movimiento y se desplazaron a la zona. En ese mismo momento, otras luchas ecologistas se organizaban en Turquía, como la de Akbelen, también liderada por las vecinas y que lucha contra la destrucción de unos bosques del oeste de Turquía para abrir unas minas de oro. Limak, la empresa turca que está construyendo el nuevo Camp Nou, el estadio del FC Barcelona, fue la encargada de deforestar el bosque de Akbelen.
La casa familiar de Meryem Kutl, su hermana Selda y su prima Sertap se encuentra en el barrio más al norte de Dikmece, donde aún no han empezado las obras porque forma parte de la tercera fase constructiva. A la izquierda de la vivienda se pueden ver campos y campos de olivares centenarios que representan los ingresos de mucha gente, además de una fuente de recursos como el aceite, las aceitunas y la madera. A la derecha de los campos pasa el camino de tierra que lleva a la escuela. “Para construir los nuevos edificios van a tener que dinamitar el suelo cercano a la escuela, porque esta zona es muy sólida”, explica Sertap. En la parte del barrio donde han empezado las obras, por el contrario, el suelo es más débil y ha estado afectado por los destructivos terremotos: “No tiene sentido que estén construyendo aquí, es una zona peligrosa por los terremotos y puede volver a producirse daños cuando haya más seísmos”, explica Meryem.
Las vecinas han interpuesto ya tres denuncias a TOKI por su actividad ilegal: piden la anulación de las expropiaciones porque la obra no es de interés público, sino que perjudica a la población. De momento, han ganado las dos primeras sentencias y están esperando la resolución de la tercera. TOKI ha ignorado la decisión judicial y ha continuado con las obras. “Como sus órdenes vienen del Gobierno es como si no les importase la resolución de la corte”, añade Meryem Kutlu. Públicamente, ni el Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan ni la constructora TOKI han dado declaraciones en relación con las nuevas construcciones y la oposición del vecindario.
“Esto genera un triángulo entre gobierno, constructoras y medios de comunicación que se sobrealimenta y promueve la continuidad del Gobierno y del sistema”
TOKI fue constituida en 1984 para gestionar los alquileres sociales, pero, tras un cambio de ley, desde 2004 la empresa pasó a ser la propietaria de todas las tierras públicas y dejó de tener trabajadores y trabajadoras propios para externalizar tareas a las constructoras privadas. “Si lo analizas, estas constructoras son parte de holdings que también tienen empresas en el sector de la energía, que están haciendo obras de minas, y de los medios de comunicación. De hecho, estos grupos empresariales crearon las constructoras para poder seguir cerca del poder. Esto genera un triángulo entre gobierno, constructoras y medios de comunicación que se sobrealimenta y promueve la continuidad del Gobierno y del sistema”, describe Imre Azem, productor cinematográfico turco que ha dirigido varios documentales sobre la evolución urbana de Turquía.
Si las vecinas no consiguen frenar el proyecto, en Dikmece está prevista la expropiación del 80 por ciento del terreno. De momento, las vecinas siguen reuniéndose con sus sillas de plástico en los patios para frenar la acción de TOKI con el apoyo y la coordinación de Mor Dayanışma. Ahora, además de la tercera denuncia a la Corte turca han interpuesto un recurso ante la Corte Europea de Derechos Humanos, a la espera de preservar su modus vivendi y la tierra ancestral.
FUENTE: Pikara Magazine
النسوية. تركيا: مقاومة ديكمجة: الجيران ضد المصادرة
بواسطة ملخص أمريكا اللاتينية في 7 أغسطس 2024
بقلم آنا مونترافيتا ريو، ملخص أمريكا اللاتينية، 7 أغسطس 2024.
بعد الزلازل المدمرة عام 2023، طلب سكان مدينة ديكمجة التركية، ذات الأغلبية العربية العلوية، من الحركة النسوية المساعدة لوقف مصادرة أراضيهم.
وسرعان ما وصلت الجرافات. بعد شهر من الزلازل التي خلفت أكثر من 50 ألف قتيل في تركيا وسوريا في فبراير 2023، بحسب البيانات الرسمية، بدأت هذه الآليات الثقيلة العمل في إحدى مناطق ديكمجة، وهي بلدة تابعة لولاية هاتاي، إحدى المحافظات. الأكثر تضررا من الزلازل. "في البداية قيل أنه سيتم بناء منازل جديدة لضحايا الزلزال على الأراضي المملوكة للدولة. تقول مريم كوتلو، إحدى سكان ديكمجة: "لقد كنا سعداء للغاية: لقد كانوا يقومون بالفعل ببناء منازل للمتضررين، وكان ذلك على أرض عامة، وكان من الممكن أن يكون لدينا المزيد من الخدمات القريبة مثل محلات السوبر ماركت والطرق في حالة أفضل". بعد أسابيع قليلة، ومن دون استشارتهم، أدرك الحي أن الآلات تدخل أراضيهم: “قرروا البناء على أراضينا الزراعية، على بساتين زيتوننا. لم يسألني أحد: مريم، سأفعل هذا على أرضك، ما رأيك؟ هل توافق؟ "هكذا بدأ الأمر."
مطلوب مهارات القيادة ومركبة على الطرق الوعرة للوصول إلى ديكمجة: ويقترن نقص الاستثمار في الطريق السيئ المعبدة بعواقب الزلازل، التي تركت البنية التحتية أكثر تضرراً. عندما تصل إلى أنطاكية، أقرب مدينة كبيرة على الحدود مع سوريا، عليك أن تسلك طريقًا فرعيًا، محاطًا ببساتين الزيتون، يصل إلى سفح الجبال. وتنتشر في الطريق هياكل إسمنتية ورافعات وشعارات شركة البناء التركية المملوكة للدولة توكي، بالإضافة إلى فتيان وفتيات يركضون ويركبون الدراجات. يعيش حوالي 4000 نسمة في ديكمجة، في منازل مكونة من طابق واحد أو طابقين كحد أقصى، مع فناء حيث تُزرع أشجار الليمون والتين والبرتقال. مع ظهور مدينة ريفية، كانت ديكمجة تعتبر في السابق مدينة رسميًا. الآن، إداريًا، هو أحد أحياء أنتيوكيا، على الرغم من أنه بالنسبة للحي لا يزال يعمل كمدينة.
تقول مريم كوتلو، إن الجميع في ديكمجة يعرفون بعضهم البعض ويشعرون بالأمان، لكن يوجد حاليًا المزيد والمزيد من الأشخاص المجهولين: فهم لا يعرفون ما إذا كانوا عمالًا من شركات البناء أو أشخاصًا يمرون عبر ديكمجة، على الرغم من أنه لم يكن هناك أحد يمر عبر ديكمجة في السابق. والحقيقة هي أن مشروع TOKI الحضري، والذي من المخطط بناء 1415 منزلًا جديدًا، قد بدأ للتو وقد زاد التعداد البلدي بالفعل مع 450 ساكنًا جديدًا.
وبعد أن رأوا أن الآلات دخلت أراضي الأسرة، رأى السكان أن بعض العقارات لم تعد باسمهم على منصة الحكومة الإلكترونية، e-devlet. تم إرسال إخطارات تغيير الملكية في يونيو، بعد ثلاثة أشهر من بدء العمل. وفي بعض الحالات لم يصلوا قط. الإجراء الرسمي هو إرسال خطاب فعلي يُعلم بتأميم الأرض ويعطي خيار المطالبة الفورية للمواطنين. لم تصل أي رسائل إلى ديكمجة، فقط رسالة نصية قصيرة. ثم بدأت التعبئة.
لقد شجعت تركيا تاريخياً تتريك المجتمع، مع حدوث حالات تهجير قسري للسكان من مناطق أجدادهم
في السابق، تم تنفيذ مصادرة الأراضي في بلدة أخرى في المنطقة، غولديرين، ثم توسعت بعد ذلك إلى أماكن مثل سيرينيول وسامنداغ، ومعظمها بلديات تضم نسبة كبيرة من السكان العرب العلويين. "بين ديكمجة وغولديرين توجد مدينة أخرى، أوغلاكورين، ذات أغلبية مسلمة سنية، ولكن لم تتم مصادرة أي أرض هناك. يقول كوتلو: "لا أعتقد أنها مصادفة".
المجتمع العربي العلوي الذي يعيش في منطقة هاتاي قريب جدًا من المجتمع العلوي في سوريا. هناك عائلات كانت قبل الحرب منقسمة على جانبي الحدود. وهم يختلفون عن الطائفة العلوية التركية، التي تتواجد بشكل رئيسي في وسط الأناضول. يتبع العرب العلويون المذهب الشيعي، وفي كثير من الحالات، يستمرون في التحدث باللغة العربية. ويشكلون ما بين خمسة وسبعة بالمئة من المجتمع التركي ولا تعترف بهم السلطة التنفيذية كمجموعة دينية متميزة وتصنف مقدساتهم وأماكن عبادتهم على أنها "مؤسسات ثقافية". تاريخياً، شجعت تركيا تتريك المجتمع، مع حالات التهجير القسري للسكان من مناطق أجدادهم.
تتساءل بيريهان كوكا، النائبة عن حزب كودو الديمقراطي اليساري، عن سبب الهجرة القسرية للشعب العربي العلوي الذي يعيش في المنطقة. ويشير إلى عدم المساواة في مصادرة الأراضي لبناء منازل جديدة والمشاكل التي تعرض لها منذ اليوم الأول للزلزال، مثل عدم إمكانية الوصول إلى مرافق السكن والنظافة، والمياه والغذاء الأساسي، فضلا عن عدم القدرة على الوصول إلى المرافق الصحية. مثل هدم المباني المحتوية على الأسبستوس دون أي احتياطات ومصادرة مساحات معيشتهم من خلال المصادرات المتسرعة.
في أبريل/نيسان، بعد شهر من بدء الأعمال، اتصلت نساء ديكمجة بـ "مور دايانيشما"، وهي جمعية نسوية تم إنشاؤها في أنطاكية. لقد اتبعوا خطى جيران جولدرين واجتمعوا في ساحات منازلهم، واجتمعوا مع المحامين وقاموا بتنظيم أنفسهم. وفي 22 أيار/مايو، أعدوا أول مسيرة كبيرة طالبوا فيها بإدارة أراضيهم وحماية بساتين الزيتون.
شاركت جمعية مور دايانيشما في إعادة الإعمار، سواء من الناحية المادية، على سبيل المثال من خلال جلب المراحيض المحمولة، أو من الناحية الفكرية، من خلال تنظيم اجتماعات بين النساء لمناقشة كيفية حل مشكلة نزع الملكية. "في صراع ديكمجة هناك نساء في سن 20 أو 30 أو 40 أو 50 سنة. نرحب بجميع مجموعات النساء من مختلف الأعمار وهم المنظمون. على سبيل المثال، شخص ما يعلن عن الأحداث على شبكات التواصل الاجتماعي، شخص ما يعتني بالمكالمات الهاتفية، شخص يفتح أبواب منزله لمقابلتنا... كل اجتماعاتنا تعقد في الساحات. "مقاومة النساء هنا عالية جدًا"، يوضح سيلفر بويوكليس، وهو جزء من مور دايانيشما وشارك في مقاومة ديكمجة.
“أعتقد أن ثقافتنا تؤثر أيضًا؛ في المجتمعات العلوية، يتم احترام آراء النساء والاستماع إليها. يقضي الرجال وقتًا أطول في العمل خارج المنزل ولم نكن خائفين من قيادة الحركة. "لم ننتظر خروج الرجال للتظاهر، بل أخذنا أبناءنا وبناتنا، الذين كانوا أيضًا جزءًا من المقاومة"، يوضح سيرتاب، ابن عم مريم.
"لقد تعلمت الكثير مع النساء الأخريات ومن الرائع أن أتدرب معًا. إن مشاركة Mor Dayanışma والحركة النسوية جعلتنا نشعر بالقوة”
بالنسبة لمريم كوتلو، أصبح النضال الآن أولوية: "لقد تعلمت الكثير مع النساء الأخريات ومن الرائع أن نتدرب معًا. إن مشاركة Mor Dayanışma والحركة النسوية جعلتنا نشعر بالقوة. لم يكن هناك هذا النوع من التنظيم هنا من قبل وكان العمل مع النساء طوال الوقت رائعًا. لقد دخلت نساء جدد حياتي وأعتقد أنها لطيفة جدًا. يقول: "الآن أنت الأخير".
وبعد مسيرة 22 مايو العظيمة، وصل آخرون. وأيضا الاعتقالات وعنف الشرطة. "خلال السنوات الثماني التي أمضيتها في منطقة هاتاي، لم أشاهد قط مثل هذه المظاهرة الكبيرة بعد عيد العمال"، يوضح سيلفر بويوككليش. خلال فصلي الربيع والصيف، تم نصب الخيام في ديكمجة، وهي مثال على المقاومة المطلقة التي واجهت قوات الشرطة، القادرة أيضًا على استخدام رذاذ الفلفل والرذاذ المسيل للدموع.
وأعربت جمعيات بيئية ونسوية عن تضامنها مع الحركة وسافرت إلى المنطقة. وفي الوقت نفسه، تم تنظيم نضالات بيئية أخرى في تركيا، مثل نضال أكبيلين، الذي يقوده أيضًا الجيران ويقاتل ضد تدمير الغابات في غرب تركيا لفتح مناجم الذهب. كانت شركة ليماك، الشركة التركية التي تبني ملعب كامب نو الجديد، ملعب نادي برشلونة، مسؤولة عن إزالة الغابات في غابة أكبيلين.
يقع منزل عائلة مريم كوتل وشقيقتها سيلدا وابن عمها سيرتاب في أقصى شمال حي ديكمجة، حيث لم يبدأ العمل بعد لأنه جزء من مرحلة البناء الثالثة. على يسار المنزل يمكنك رؤية حقول وحقول بساتين زيتون عمرها قرون تمثل دخل الكثير من الناس، كما أنها مصدر للموارد مثل الزيت والزيتون والخشب. على يمين الحقول يمر الطريق الترابي المؤدي إلى المدرسة. يوضح سيرتاب قائلاً: "لتشييد المباني الجديدة، سيتعين عليهم تفجير الأرض القريبة من المدرسة بالديناميت، لأن هذه المنطقة صلبة للغاية". وفي الجزء الذي بدأ فيه العمل من الحي، على العكس من ذلك، تكون التربة أضعف وقد تأثرت بالزلازل المدمرة: "ليس من المنطقي بالنسبة لهم أن يبنوا هنا، فهي منطقة خطرة للزلازل ويمكن أن تحدث". توضح مريم: "يحدث الضرر مرة أخرى عندما يكون هناك المزيد من الزلازل".
وقد قدم الجيران بالفعل ثلاث شكاوى ضد TOKI بسبب نشاطها غير القانوني: ويطالبون بإلغاء المصادرة لأن العمل ليس من المصلحة العامة، بل يضر بالسكان. وفي الوقت الحالي، فازوا بالجملتين الأوليين وينتظرون حل الجملة الثالثة. لقد تجاهلت TOKI قرار المحكمة وواصلت العمل. وتضيف مريم كوتلو: "بما أن أوامرهم تأتي من الحكومة، يبدو الأمر كما لو أنهم لا يهتمون بقرار المحكمة". علنًا، لم تصدر حكومة رجب طيب أردوغان ولا شركة البناء TOKI أي تصريحات بشأن الإنشاءات الجديدة ومعارضة الحي.
"وهذا يولد مثلثًا بين الحكومة وشركات البناء ووسائل الإعلام التي يتم تغذيتها بشكل زائد وتعزز استمرارية الحكومة والنظام"
تأسست شركة TOKI في عام 1984 لإدارة الإيجارات الاجتماعية، ولكن بعد تغيير القانون، أصبحت الشركة منذ عام 2004 مالكة لجميع الأراضي العامة وتوقفت عن تعيين عمالها لالاستعانة بمصادر خارجية لشركات البناء الخاصة. "إذا قمت بتحليلها، فإن شركات البناء هذه هي جزء من الشركات القابضة التي لديها أيضًا شركات في قطاع الطاقة، وتقوم بأعمال التعدين، ووسائل الإعلام. في الواقع، أنشأت مجموعات الأعمال هذه شركات بناء لتتمكن من البقاء على مقربة من السلطة. "هذا يخلق مثلثًا بين الحكومة وشركات البناء ووسائل الإعلام التي تتغلب على نفسها وتعزز استمرارية الحكومة والنظام"، كما يصف إيمري عظيم، منتج أفلام تركي أخرج العديد من الأفلام الوثائقية حول التطور الحضري في تركيا.
إذا لم يتمكن الجيران من إيقاف المشروع، فمن المقرر مصادرة 80 بالمائة من الأراضي في ديكمجة. في الوقت الحالي، يواصل الجيران التجمع بكراسيهم البلاستيكية في الساحات لوقف تحركات TOKI بدعم وتنسيق من Mor Dayanışma. والآن، بالإضافة إلى الشكوى الثالثة المقدمة إلى المحكمة التركية، قدموا استئنافًا أمام المحكمة الأوروبية لحقوق الإنسان، في انتظار الحفاظ على طريقة حياتهم وأرض أجدادهم.
المصدر: مجلة بيكارا
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق