PABLO NERUDA*Nicolás Liberde Llanka
PABLO NERUDA
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, reconocido en todo el orbe como Pablo Neruda, nace el 12 de julio de 1904 en la ciudad de Parral. Hijo único del matrimonio formado por José del Carmen Reyes Morales y Rosa Neftalí Basoalto Opazo. Su madre fallece sólo dos meses después de dar a luz. En 1906 José del Carmen se traslada a la ciudad de Temuco donde contrae matrimonio con Trinidad Candia Marverde.
En esta provincia su padre se desempeña como conductor del tren lastrero que conecta la selvática ruta de Temuco a Carahue. Esa naturaleza agreste y de árboles milenarios cautivaría la mirada y el corazón del niño. Con el aroma inolvidable del carbón en la línea férrea abriéndose camino entre la espesura embriagadora, se va gestando la poesía de Neruda, cuyas sílabas del silencio son bañadas con las lluvias melancólicas e interminables del sur. Aquella humedad de raíces de un planeta mojado que avanzaba en su nupcia celeste y cósmica.
A los 11 años de edad con motivo del cumpleaños de su «Mamadre», escribe el primer poema. Un cúmulo atiborrado de sentimientos, sensaciones e imágenes gestaba el sendero literario de su vida. Después lo recordaría en su libro «Confieso que he vivido»: «Muy atrás en mi infancia y habiendo apenas aprendido a escribir, sentí una vez una intensa emoción y tracé unas cuantas palabras semirrimadas, pero extrañas para mí, diferentes del lenguaje diario. Les puse en limpio en un papel, preso de una ansiedad profunda, de un sentimiento hasta entonces desconocido, especie de angustia y de tristeza. Era un poema dedicado a mi madre, es decir, a la que conocí por tal, a la angelical madrastra cuya suave sombra protegió toda mi infancia».
A los trece años de edad logra su primera publicación en el diario «La Mañana» de Temuco. Escrito en prosa titulado, «Entusiasmo y perseverancia». Cursando sus estudios en el Liceo de Temuco conoce a Gabriela Mistral, Neruda describe ese encuentro: «Por ese tiempo llegó a Temuco una señora alta, con vestidos muy largos y zapatos de taco bajo. Iba vestida de color arena. Era la directora del liceo. Venía de nuestra ciudad austral, de las nieves de Magallanes. Se llamaba Gabriela Mistral». Ella lo estimula a seguir escribiendo y le entrega lbros de literatura rusa que influirían en el poeta.
Adquirió el seudónimo inspirado en el escritor checo, Jan Neruda. Adoptó este seudónimo para ocultar su creación literaria frente a un padre que rechazaba tajantemente la idea de que su hijo pudiese dedicarse a la poesía, considerándola además una expresión afeminada. En octubre de 1920 publica en el diario de Temuco su poema «Hombre», adoptando para siempre el nombre, Pablo Neruda.
En 1921 se traslada a Santiago e ingresa a la Universidad de Chile a estudiar Pedagogía en Francés. Arrienda una modesta pieza de la calle Maruri, lugar donde florecerá su libro, «Crepusculario». Para costear la edición vende algunos muebles, empeña su largo traje anochecido y un reloj que le había obsequiado su padre. Por aquel entonces Neruda tenía 19 años: «Me refugié en la poesía con ferocidad de tímido... En la calle Maruri, 513, terminé de escribir mi primer libro... En las tardes, al ponerse el sol, frente al balcón se desarrollaba un espectáculo diario que yo no me perdía por nada del mundo. Era la puesta de sol con grandiosos hacinamientos de colores, repartos de luz, abanicos inmensos de anaranjado y escarlata. El capítulo central de mi libro se llama [Los crepúsculos de Maruri].
Nadie me ha preguntado nunca qué es eso de Maruri. Tal vez muy pocos sepan que se trata apenas de una humilde calle visitada por los más extraordinarios crepúsculos».
En junio de 1924 publica en la Editorial Nascimento su obra «Veinte poemas de amor y una canción desesperada». Cristaliza la belleza, el amor profundo y a la vez sencillo. Creación exquisita y arrolladora en sus versos como florecimiento del cosmos en cascadas incontenibles de luz y pasión. Tal vez la obra más leída de Pablo Neruda, inspirada, por lo que sabemos, en tres amores de su mocedad: Teresa Vásquez, Albertina Azócar y María Parodi.
En 1927 es designado cónsul en Rangún. De esta manera, Neruda se sube al barco de una nueva vida y embriagado de horizontes navega para descubrir el mundo y el rostro de hombres y mujeres con historias quizás nunca contadas, tal vez queriendo hallar el amor en la inmensidad azul de los océanos. Esos nuevos y deseados confines que le llamaban como el perfume irresistible de una Diosa. Así, en Oriente asume los respectivos consulados de Birmania (1927); Ceilán (1928 ), antigua colonia inglesa, en la actualidad con el nombre de Siri Lanka; y Batavia, Java (1930), antigua colonia holandesa, hoy Yacarta. En esos años escribe su obra, «Residencia en la tierra». En 1927 conoce a Josie Bliss. «Pantera» de afiladas uñas y corazón de fuego que marcaría una huella indeleble en el poeta. En la ventana del tiempo podemos ver la mirada de Josie Bliss bajo la lluvia contemplando el barco del adiós definitivo. Neruda lo recuerda en su libro Confieso que he vivido: «Nuestra coexistencia era imposible y por fin un día se decidió a partir. Me pidió que la acompañara hasta el barco. Cuando éste estaba por salir y yo debía abandonarlo, se desprendió de sus acompañantes y besándome en un arrebato de dolor y amor me llenó la cara de lágrimas. Como en un rito me besaba los brazos, el traje, y, de pronto, bajó hasta mis zapatos, sin que yo pudiera evitarlo. Cuando se alzó de nuevo, su rostro estaba enharinado con la tiza de mis zapatos blancos. No podía pedirle que desistiera del viaje, que abandonara conmigo el barco que se la llevaba para siempre. La razón me lo impedía, pero mi corazón adquirió allí una cicatriz que no se ha borrado, aquel dolor turbulento, aquellas lágrimas terribles rodando sobre el rostro enharinado, continúan en mi memoria». Después Pablo Neruda retornaría a Rangún y a la casa de sus recuerdos procurando hallarla, pero sólo logró reencontrarse con el paisaje de su memoria.Tampoco supo de la ruta que Josie Bliss emprendió un día. Seguramente intentando olvidar para siempre al poeta de su vida.
Desempeñándose como cónsul en Isla de Java conoce a María Antonieta Hagenaar, mujer de origen holandés. En 1930 contraen matrimonio. De esta relación nace Malva Marina, su única hija; pero fallece de hidrocefalia a la edad de ocho años. Acontecimiento que lo sumerge en una honda tristeza expresada en sus poemas «Enfermedades en mi casa» o «Maternidad». El matrimonio que ya venía desgastado se quiebra, pero Neruda les asiste económicamente a distancia y logra verles antes que Holanda fuese invadida por los nazi.
En 1933 asume como agregado consular en Buenos Aires. Argentina es sacudida por agitaciones sociales y golpes de Estado en el periodo denominado «La década de la infamia». Ese año es invitado a Buenos Aires el poeta, dramaturgo y prosista español, Federico García Lorca. Neruda y García Lorca se conocen y juntos rinden homenaje al poeta Rubén Darío. Es importante mencionar la postura crítica de García Lorca a la cultura elitista de la burguesía y su compromiso político con la floreciente Unión Soviética al ser uno de los fundadores de La Asociación de Amigos de la Unión Soviética (AUS).
En mayo de 1934 asume como cónsul en Barcelona, pero al poco andar debe cambiar Barcelona por Madrid, debido al rechazo que produjo Gabriela Mistral, cónsul en Madrid, al condenar la conquista española sobre nuestro continente. Si bien el cargo de cónsul sobrelleva algunos inconvenientes económicos, le otorgaba el tiempo tan vital y necesario para escribir y una permanente retroalimentación cultural.
En España conoce a Delia del Carril, su segunda esposa. Mujer de gran espíritu solidario y amplio acerbo cultural. Fue apodada la «Homiguita» por su esmerada preocupación por los desamparados (as) y escritores (as). Amiga y compañera de renombrados artistas como Rafael Alberti, María Teresa León, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca o el pintor Pablo Picasso. Recibió distinciones por su trayectoria y calidad de su obra pictórica. Cuando Neruda conoce a Delia del Carril es ya activa militante del Partido Comunista francés. Ambos recorrerán el tiempo de las flores rojas irrumpiendo en el nuevo amanecer de la humanidad, como en la noble obra del Winnipeg.
La Guerra Civil Española ( 17 de julio de 1936 - 1 de abril de 1939) marca un antes y un después en la vida y poesía de Neruda. Trepó en su alma el grito sanguinolento y desgarrado de nuestra humanidad. Fue testigo presencial de la sangre escurriendo por las calles de España destrozada. El 18 de agosto de 1936 bajo las sombras del fascismo es asesinado Federico García Lorca. La voz de España que se levantaba de las estaciones perdidas para renacer en concierto florecido de pavo real, caía antes las manos abominables de la crueldad y la muerte. El poeta andaluz a quien Neruda le dedicó con profunda aflicción sus versos: «SI pudiera llorar de miedo en una casa sola, / si pudiera sacarme los ojos y comérmelos,/lo haría por tu voz de naranjo enlutado/y por tu poesía que sale dando gritos»... O el poeta Miguel Hernández, pastor de cabras cuyo canto de pájaros no pudieron acallar, el compañero, el «hijo» que Neruda no pudo salvar de las cárceles de Alicante. Este hecho terrible y doloroso marcará definitivamente el pensamiento y la vida del poeta. Desde entonces, los versos del vate ascenderán por las raíces del Pueblo para conquistar la poesía del mañana. La poesía común del trigo y de la hermandad.
Luego de dos años con ocho meses y quince días, la Guerra Civil Española acaba con la victoria fascista encabezada por Francisco Franco. Muchos tuvieron que partir al exilio. El republicano español Rodrigo Soriano inicia una petición humanitaria al Gobierno de Chile, pidiendo acoger a sus compatriotas que se hallaban en deplorables condiciones en campos de concentración en Francia, agravado por el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Neruda le pide al Presidente Pedro Aguirre Cerda interceder por los refugiados. Es así como el mandatario designa a Pablo Neruda la misión de trasladar a más de dos mil españoles en el Winnipeg o llamado «Barco de la esperanza». Le dijo el Presidente: «Sí, tráigame millares de españoles. Tráigame pescadores, tráigame vascos, castellanos, extremeños… Tenemos trabajo para todos». Para el poeta este sería su más bello poema. «Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie».
En la memoria indeleble quedó el arribo a la ciudad de Arica o Valparaíso las tristezas de sueños rotos; pero también nuevos senderos por recomenzar en un país que les esperaba con los brazos abiertos y llenos de humanidad. Aquel «barco de la esperanza» traía también la simiente prodigiosa de célebres personajes como Leopoldo Castedo, destacado historiador; el escritor José Ricardo Morales; la pintora y Grabadora Roser Bru; el pintor José Balmes, entre otros.
El 8 de Julio de 1945 Pablo Neruda ingresa a las filas del Partido Comunista de Chile. Tres meses antes fue elegido senador por las provincias de Antofagasta y Tarapacá, territorio de noches planetarias que recorriera «organizando las soledades» junto a Elías Lafferte, el hijo putativo que Luis Emilio Recabarren había rescatado del duro e implacable trabajo de las salitreras en la pampa nortina.
De pronto... el universo en su danza inexorable deja caer algunos pétalos de la entrañable musa en los ojos del poeta. Una mujer provinciana que hizo del canto la voz esencial de su existencia: Matilde Urrutia representaba de alguna manera las raíces del sur de Chile, esa lluviosa naturaleza de las urbes apartadas de la capital que parecen transitar a un ritmo distinto en contacto con el dulce silencio de los campos. «De la tierra, con pies y manos y ojos y voz, trajo para mí todas las raíces, todas las flores, todos los frutos fragantes de la dicha». Se conocieron en 1946 en el Parque Forestal de Santiago, y como si Afrodita tuviese preparado el sendero para ambos, se volvieron a encontrar casualmente en México, pero desde entonces para no separarse nunca más. Llegó el amor con ese ímpetu de olas primaverales o trueno amarillo de espigas trastocando la vida y el porvenir, desatando nudos y alzando palomas en vuelo. Librando en ese entonces impredecibles consecuencias, pues Neruda mantenía aún su matrimonio con Delia del Carril. Como también una amapola posterior con toda la primavera en sus labios, con el nombre de, Alicia. Matilde Urrutia acompañará al poeta hasta sus últimos suspiros de vida y será también la guardiana de su legado y su gran amor por la vida, por los pueblos y la libertad.
El 3 de septiembre de 1948 Gonzales Videla traiciona los acuerdos pactados y promulga la «Ley Maldita», quedando proscrito el Partido Comunista, Partido que le había dado su apoyo en la campaña presidencial. Pablo Neruda es perseguido y en la Región de los Ríos logra traspasar la frontera hacia Argentina. Aquella naturaleza montañosa y selvática de Futrono también será fuente de inspiración literaria. Comienza así su exilio.
Gonzales Videla emite una orden a Gabriela Mistral de no recibirlo en el consulado de Nápoles. Años después la poetiza lo recordaría en sus memorias: «Una vez me prohibieron desde allá (Chile), y por orden de González Videla recibir en el consulado a Neruda. Qué poco me conocen. Me hubiera muerto cerrándole la puerta de mi casa al amigo, al gran poeta y, por último, a un chileno perseguido y a quien en sus primeros pasos influí con lecturas que le seleccioné y que afirmaron su recio espíritu».
El 6 de junio de 1949 llega a la Unión Soviética. En el teatro Bolshoi es Homenajeado por la Unión de Escritores Soviéticos. Tuvo la experiencia de cruzar la extensa geografía en ese largo y legendario viaje del transiberiano, pero las hojas del otoño o la joven sonriente traían a su mente las estaciones de la entrañable Muchacha vestida de copihues y nieve, los bosques de su infancia que siempre aromaron su existencia.
El 6 de agosto de 1958 es derogada la «Ley Maldita» de González Videla. Pero también el poeta fue acechado por la Guerra Fría de la cultura, procurando con ello desprestigiar y menoscabar su obra a causa de su compromiso con la lucha internacional del proletariado. Es así como la CIA influyó a través del «Congreso por la Libertad de la Cultura» (CLC), impidiendo que se le otorgara el Premio Nobel de 1964.
Pero ni todos los mezquinos deseos ni la maquinación imperialista pudo contra su poesía, considerada una de las más sublimes de todos los tiempos.
El 21 de octubre de 1971 la Academia Sueca lo condecora con el máximo galardón literario, obteniendo el Premio Nobel de Literatura.
Así como el romance del azahar ha de dar a luz al limón o el nido de la primavera el nuevo trino, los versos del poeta despierto han de procurar la realización sublime en la creación social, sin antes sanar la herida que sangra, superar la incongruencia entre el amor y las cadenas. El 30 de septiembre de 1969 el Partido Comunista lo designa candidato a la presidencia de Chile. Con orgullo y fe toma la bandera del Pueblo, de los humildes y olvidados del país; en esa bandera y con él todos los rostros idos en el tiempo del dolor, en esa nueva etapa de luchas y esperanzas todos los caídos, todas las voces enterradas de la historia. De campo en campo, por mar y desierto avanza con un cúmulo de campanas y la posibilidad cierta de abrir la puerta hacia el nuevo horizonte.
En enero de 1970 entrega esta antorcha de la nueva vida al Dr. Salvador Allende Gossen, candidato de la Unidad Popular (UP). Con él la promesa de abrazarnos por fin a las estrellas en la espiral despierta de la historia. El 4 de septiembre de 1970 Salvador Allende obtiene la primera mayoría simple con el 36,6 % de los votos y el 24 de octubre es proclamado Presidente de Chile por el Congreso Pleno. El 4 de noviembre de 1970 asume la presidencia del país. Comenzaba la magna tarea de alcanzar la segunda y definitiva Independencia de esta larga y angosta faja de tierra. Rescatar los bienes comunes de Chile para Chile significaba cortar un importante suministro de sangre... al imperialismo y a las transnacionales. Como también el rostro de la clase trabajadora que emergía del rincón olvidado de la historia a la luz de la libertad, negada desde siglos. Aquello representó una amenaza para la oligarquía y a su Constitución heredada por generaciones de opresión e injusticias. Cambios estructurales que tocaron los delgados hilos de la infamia de un sistema anquilosado en el privilegio de una minoría en desmedro de quienes han contado con su única fuente de riqueza: el proletariado con su intelecto y sudor.
El 11 de septiembre de 1973 las FF.AA. de Chile en complicidad con la oligarquía y el plan maquiavélico emanado de las sombras de la Casa Blanca y el Pentágono, acaban con el Programa de la Unidad Popular. El Presidente Salvador Allende Gossens es asesinado directa o indirectamente... y en la Clínica Santa María es inoculada la muerte al más grande poeta de nuestros tiempos. También, Víctor Jara, cantautor y referente de la música y la cultura universal es vilmente torturado y luego asesinado. Con el golpe de Estado de 1973 se inicia la cruenta dictadura cívico-militar que duraría 17 años.
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